Quines assegurances intervenen en un accident de tren? (La Vanguardia)
23.11.18
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Las coberturas cubren los daños de las víctimas y de sus propiedades, así como de los vagones y las infraestructuras
JOAN MORALES Actualizado a 21-11-2018 1:23
Pese a que el transporte ferroviario en nuestro país goza de unos índices de siniestralidad grave francamente bajos, no está exento de la posibilidad de registrar incidencias y en ocasiones accidentes de gravedad como se produjo ayer en la línea R4 en Vacarisses, provincia de Barcelona. Pasadas las primeras horas en las que urge atender a las víctimas y perjudicados, surge la inevitable pregunta sobre qué es lo que está asegurado en un accidente de tren.
Son diferentes los seguros que pueden desarrollar algún papel a raíz de un accidente ferroviario y conllevar indemnizaciones a las víctimas y los perjudicados y también a los propietarios de los vehículos e instalaciones ferroviarias dañados a consecuencia de accidentes.
Veamos en primer lugar los seguros que pueden cubrir prestaciones para las víctimas y perjudicados por los daños personales y materiales directos o indirectos:
El Seguro Obligatorio de Viajeros (SOV). Este es un seguro de accidentes personales de contratación obligatoria para el operador ferroviario (Renfe en el caso del accidente de Vacarisses), según el Real Decreto 1575/1989, que desencadenará de manera automática prestaciones a favor de las víctimas o sus derechohabientes, por el hecho de haberse producido un accidente en un vehículo con viajeros.
Sus coberturas alcanzan los casos de asistencia sanitaria, fallecimiento, incapacidad permanente e incapacidad temporal, con capitales de cuantías poco elevadas: 36.060,73 por fallecimiento y máximo 42.070,85 € en los casos más graves de incapacidad permanente. Las prestaciones de este seguro son compatibles con las de otros seguros privados, así como con las indemnizaciones percibidas de los seguros de responsabilidad civil de los responsables del accidente.
Los seguros de Responsabilidad Civil de los posibles responsables del accidente, que en el caso del descarrilamiento de Vacarisses en estos momentos están por determinar.Tanto el operador (Renfe), como el gestor de las infraestructuras (Adif) tienen contratados seguros de responsabilidad civil que, en caso de establecerse responsabilidades de estas empresas, deberán dar respuesta ante las reclamaciones que víctimas y perjudicados puedan presentar. Lo mismo deberán hacer otros posibles responsables que puedan establecerse en relación a este accidente.
Un aspecto a tener muy en cuenta y que suele generar polémica cuando las indemnizaciones se atrasan en el tiempo en largos procesos litigiosos. Mientras que el SOV es un seguro de accidentes que desencadena sus prestaciones con carácter inmediato, los seguros de responsabilidad civil responden ante las reclamaciones de las víctimas y los perjudicados. Será necesario que se demuestre la culpa o negligencia del asegurado para que este tenga la obligación de indemnizar a las víctimas y perjudicados por los perjuicios que se pruebe fueron causados.
En función de la génesis del accidente la culpabilidad puede ser más o menos clara, teniendo en cuenta que pueden incidir diversos factores como la concurrencia de responsabilidades entre distintos responsables, la incidencia de causas de fuerza mayor (como fenómenos meteorológicos), etc. Además, como apuntábamos, las víctimas y perjudicados deberán sustentar sus reclamaciones económicas en base a pruebas que justifiquen sus pretensiones. Todo ello explica, aunque no siempre justifica, la elongación de algunos procesos de reclamación.
Los seguros personales o colectivos en los que la víctima sea asegurado. Con carácter particular la víctima de un accidente ferroviario puede estar asegurado en pólizas de carácter privado o colectivo. Puede tratarse de seguros de vida para caso de fallecimiento, de seguros de accidentes personales, de seguros de asistencia sanitaria, de subsidio por días de baja por accidente, etc.
En cualquier caso el asegurado y sus beneficiarios podrán percibir las prestaciones que se desencadenen de estos seguros de modo compatible, tanto con las prestaciones del SOV, como con las indemnizaciones percibidas de los seguros de responsabilidad civil de los posibles responsables del accidente.Recordemos la existencia del Registro de contratos de seguro de cobertura de fallecimiento dependiente del Ministerio de Justicia que permite conocer si una persona fallecida tenía contratado algún seguro que cubriera el caso de fallecimiento y que quizás sus allegados desconocían. En este enlace podemos acceder al procedimiento para solicitarlo.
Los seguros de daños materiales a bienes de los perjudicados.Aunque en este accidente no tenemos noticia que haya ocurrido, en los casos que el accidente ferroviario haya causado daños materiales a vehículos, edificios u otras propiedades cuyos propietarios los tenían cubiertos mediante un seguro de daños materiales, muy probablemente entre las coberturas aseguradas figura la de daños por impacto de vehículos que permitirá la indemnización por parte del asegurador del bien dañado, el cual posteriormente repetirá en su propio interés contra el causante de los daños, subrogándose en los derechos del asegurado.
Del mismo modo, los daños sufridos por teléfonos móviles, tabletas y otros objetos electrónicos, pueden ser objeto de cobertura por seguros “todo riesgo” contratados por los pasajeros propietarios de los mismos. También en este caso serán indemnizados por su asegurador, que posteriormente reclamará al responsable del accidente la indemnización ya satisfecha a su cliente.
Por otra parte, los daños materiales sufridos en los vehículos (Renfe) e infraestructuras ferroviarios (Adif) también son objeto de posible aseguramiento. De un modo equivalente a los seguros de daños propios para vehículos o los multirriesgos del hogar que conoce el lector, tanto los trenes como las vías y otras infraestructuras son asegurables ante riesgos accidentales.
En una sociedad avanzada como la que disfrutamos, la institución del seguro está ligada indisociablemente a cualquier actividad humana. Cuanto mejor hagamos las cosas, menos incidentes y accidentes deberemos lamentar, pero el riesgo cero no existe y ahí está el seguro para paliar en lo posible las consecuencias, algunas de ellas irreparables como son las vidas humanas.