“Els nadons estan desprotegits per l’assegurança” (La Vanguardia)

Pensar en un seguro para bebés, firmarlo ante de que nazca, anticiparse circunstancias de discapacidad física, intelectual o enfermedad mental, puede generar un sentimiento encontrado de desasosiego y previsión.

Surge en España este producto innovador que acerca de nuevo el aseguramiento a lo más esencial de la vida humana. Lo disecciona, lo analiza, lo estandariza económicamente y ofrece un rellano para los más previsores.

¿Cómo surge un seguro para bebés?

De las conversaciones que tengo con un colega a principios de 2019 junto con el debate entre un equipo de especialistas en crear nuevas ofertas de productos para nuestra compañía, experta en consultoría de riesgos.

Cuénteme cómo lo diseñaron.

Organizando un laboratorio de ideas con nuestros responsables del área comercial, de ventas, de clientes…

¿Por qué debe tener un seguro un bebé aún no nacido?

Los bebés están desprotegidos por el seguro.

…

Existe la posibilidad de firmar coberturas desde el área de Salud pero la legislación impide la cobertura a través de seguros de Vida.

¿Qué debo pensar en proteger?

Existen grandes riesgos de enfermedades, de accidentes durante la gestación o el parto que pueden desembocar en gravísimas situaciones de discapacidad severa.

¿Por qué no ha existido este seguro hasta ahora?

Después de indagar mucho descubrimos que los seguros de dependencia están ligados a la tercera edad, a la casuística derivada de la longevidad de nuestra sociedad.

¿Qué les hace pensar que este seguro es una vía de negocio?

Fruto de la investigación y del análisis de la estadística de casos tenemos la serie histórica de los grados de discapacidad infantil y los datos de las incidencias en nacimientos en los últimos diez años.

“Los problemas pueden surgir a través del padre cuya capacidad de fecundación disminuye con los años”

¿Qué les dicen esas cifras?

Que tenemos unos 400.000 nacimientos al año en nuestro país, que se va reduciendo la pirámide de edad, que las familias toman cada vez más tarde la decisión de tener hijos, que las mujeres retrasan cada vez más la maternidad…

Deme datos sobre las madres.

En España se da una media 1,3 hijos por mujer. Las mujeres españolas suelen ser madres primerizas entre los 30 -y 35 años y un 7.4% de ellas son madres primerizas con más de 40 años, cifra que las sitúa a la cola de la Unión Europea en cuanto a su edad.

Y sobre los padres.

Los problemas pueden surgir a través del padre cuya capacidad de fecundación disminuye con la edad y en edades avanzadas podría ser causa de enfermedades en los hijos.

¿No resulta desalentador pensar en riesgos y seguros en plena felicidad por el embarazo?

Hay que ser previsor. El embarazo es una alegría pero no por eso puede producirse lo inevitable.

¿Qué cree que opina de esto la gente normal?

Los focus group que hemos organizado con personas de diversas edades y clases sociales señalan que lo que más importa es la salud y el bienestar de los hijos, sean ya padres o todavía no.

Que venga lo que sea, niño o niña, pero que venga bien…

A todos nos preocupa que nuestra descendencia tenga una vida feliz, digna, plena y larga.

Aunque no siempre es así.

Sabemos que los obstáculos ocurren y hay que tomar decisiones para salir adelante cuando aparece la enfermedad o una dependencia que puede condiciona la vida y que exige grandes recursos económicos.

¿Cómo puedo contratar un seguro para mi bebé?

Ofrecemos una póliza que puede suscribirse desde el segundo mes de embarazo hasta la semana 38. Basta rellenar un cuestionario de salud por parte de los padres y poder seguir la evolución del embarazo, sus pruebas, sus diagnósticos…

“Enfermedades y contratiempos causan esa dependencia severa que exige atención al recién nacido que no puede valerse por si mismo”

¿Qué estoy asegurando?

Hasta lo cinco años de edad del bebé, porque puede haber enfermedades y contratiempos que no se manifiestan antes y causen esa dependencia severa que exija atención al nacido para poderse vestir, hablar, comer, valerse por si mismo…

¿Cuánto dinero cuestan estas pólizas?

Proponemos una prima fija en función del capital contratado.

Pongamos ejemplos.

Según el criterio de los padres. Hablamos de los costes de adaptar una casa, un vehículo, contratar fisioterapeutas, psicólogos, psicopedagogos… en función de las necesidades del niño.

Insisto, ¿cuál es el coste?

Un buen ejemplo sería una prima de 379 euros para cubrir un capital de 60.000 euros que con este seguro Baby Life proporciona el apoyo económico necesario para ayudar al bebé afectado en el desempeño de las actividades de su vida diaria, facilitarle los cuidados adecuados para su autonomía personal y garantizarle así un nivel de vida digno en caso de dependencia grave.

¿Otro ejemplo?

Con una prima de 926 euros podemos cubrir un capital de 150.000 euros y el beneficiario del seguro recibirá una indemnización en forma de capital, tanto en los casos en que el asegurado quedase en situación de gran dependencia -Grado III según BVD -Baremo de Valoración de la Dependencia– o dependencia severa -Grado II según BVD-, como en concepto de anticipo de gastos derivados de la Atención Temprana al Asegurado.

¿A qué puedo destinar este anticipo?

En este caso, serían unos 12.000 euros para atención y tratamiento precoz para buscar la mejor evolución en psicomotricidad, prevención de problemas mentales…

¿Cómo piensan comercializar un seguro tan delicado?

Este producto escapa, por novedoso, de las líneas tradicionales del aseguramiento y para nosotros cumple también con la responsabilidad social que las compañías contraemos con la sociedad a largo plazo.

¿Ahí encontrarán clientes?

Una buena vía inicial es incorporar esta cobertura al paquete de beneficios sociales para los empleados que muchas empresas asesoradas por WTW ya ofrecen. También tenemos previsto comercializar este seguro a través de contactos con asociaciones de madres, padres y familias, a través de clínicas, centros de fertilizad y canales de salud.

¿Existe otro producto como este en España?

No.

¿Y en Europa?

Hasta donde hemos investigado, tampoco.