L’assegurança, un aliat clau per a l’autònom (Cinco Días)
15.01.21
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No disponer de una protección adecuada puede suponer la quiebra de un negocio
Ser un autónomo implica muchas cosas. Una de ellas, la de establecer una actividad con todas las garantías posibles tanto para el negocio como para los trabajadores y los clientes. El seguro es la herramienta indispensable para conseguirlo.
Con un seguro, el autónomo tiene la ventaja de proteger su negocio en un amplio sentido; algunos son obligatorios y otros opcionales, aunque muy recomendables.
“Las Administraciones obligan a los autónomos a contar con ciertos seguros hasta el punto de no poder ejercer su actividad si no los tienen contratados. Además, carecer de ellos podría suponer, en caso de siniestro, graves riesgos económicos”, comenta García.
Pólizas obligatorias
El seguro de responsabilidad civil no siempre es necesario, aunque muy conveniente. “Está destinado a cubrir los posibles errores que un autónomo o su personal contratado puedan cometer en su proceso de trabajo”, detalla García. “Es muy recomendable su contratación, ya que cualquier contingencia en este sentido puede suponer un coste económico capaz de hundir a un pequeño negocio”, añade.
Los autónomos que están obligados a contratarlo son los instaladores de gas y electricidad, los abogados, los economistas, los asesores o cualquiera que tenga un establecimiento de cara al público.
El seguro de multirriesgo cubre los locales donde se desarrolla la actividad. “Es imprescindible y básico tener un seguro contra incendios”, indica García. En caso de que se tengan empleados a cargo, AXA dispone del Seguro Convenio, que suele responder ante una indemnización por accidente, incapacidad permanente y muerte, aunque cada uno de los convenios señala las coberturas obligatorias. “No disponer de él supone un incumplimiento de las obligaciones de la empresa con los trabajadores y puede ser considerado una falta muy grave, con multas elevadas”, advierte la experta.
Si se precisa de un automóvil para el desarrollo de la actividad, los autónomos también están obligados a contratar un seguro; en el caso de AXA, se trata de seguros para autónomos con vehículo profesional. El más básico es el de terceros, que cubre únicamente los perjuicios que pudiera causar a otros en caso de accidente. Si se tiene una flota, también hay opciones específicas.
Los más recomendables
En cuanto a los más recomendables, Susana García sugiere que serían los destinados a la Incapacidad Laboral Temporal (ILT), los accidentes, la salud y la vida “dada su baja protección social”. García comenta las ventajas: “En el caso de la ILT, les resuelve la falta temporal de ingresos en caso de baja por enfermedad, al igual que un seguro de accidentes, que indemniza al tomador en un accidente. Los seguros de salud permiten tener acceso de forma rápida y, en muchos casos, telemática a servicios sanitarios, y ahorran tiempo, que para el autónomo es oro. Y especial importancia cobran los de vida, donde quedan protegidos tanto ellos como sus familias de las eventualidades que pueden causar el fallecimiento o la incapacidad permanente y que, debido a la desprotección del autónomo y a que son su única fuente de ingresos, en estos casos quedan totalmente desamparados”.
Dentro de este conjunto, los más demandados por los profesionales son los de ITL y los de vida. En contra, los autónomos pasan muchas veces por alto la salud. “No tienden a preocuparse, y de ahí la famosa frase de que un autónomo nunca enferma”, señala Susana García.
Cada actividad requiere un tipo de póliza. Por eso es importante contar con un buen asesor. En general, las profesiones que requieren mayor protección son aquellas que pueden causar daños a terceros, como son los sanitarios, los instaladores, los abogados o los arquitectos.
“Pero no nos olvidemos que, al ser ellos mismos su única fuente de ingresos, todos deben estar protegidos, y el seguro, en este caso, debe ser un aliado fundamental del autónomo que le permita desarrollar su actividad de manera segura y más ágil. De ahí también la incesante búsqueda por nuestra parte de dotar a los seguros con servicios que faciliten el día a día del autónomo”, dice García.
Otras profesiones, otras necesidades
AXA está en continuo estudio del mercado para adaptar su oferta a las nuevas profesiones. Así, dentro de su catálogo técnico de actividades asegurables tienen incluida la figura del community manager desde hace ya unos años, o la protección frente a ciberataques, por ser los autónomos y las pymes los más vulnerables ante este tipo de acciones.
NUEVAS FORMAS DE TRABAJAR POS-COVID
La pandemia ha impuesto nuevas formas de vida, y el teletrabajo ha sido la solución para muchas empresas. Para estas situaciones, AXA cuenta con un seguro especifico de hogar que añade la opción Tu Oficina en Casa. Además de cubrir la vivienda, incluye coberturas que un autónomo necesita, tales como la pérdida de beneficios en caso de tener un siniestro que te impida realizar la actividad profesional y, por tanto, generar ingresos.
También recoge una protección jurídica especial, donde, por ejemplo, ayuda con el recobro de facturas pendientes, y una cobertura de equipos móviles y ordenadores portátiles, ante una posible inutilización de dichos equipos derivados de un siniestro.
Para AXA, “la pandemia ha supuesto una oportunidad para el sector, y especialmente para la compañía, de encontrar formas de estar más cerca de los clientes y distribuidores, de poner en marcha medidas de la noche a la mañana que en circunstancias normales hubieran llevado meses, siempre combinando la salvaguardia de la salud de clientes y distribuidores, de empleados y por supuesto, de la salud financiera de la propia empresa”, comenta la experta Susana García.
“Creo que hemos realizado un trabajo en equipo sin precedentes, donde nuestra principal preocupación era dar el mejor servicio, así como flexibilizar en todo lo posible nuestra oferta y de manera sostenible”, subraya.
La aseguradora, para dar respuesta a las circunstancias excepcionales creadas por la pandemia, creó un producto específico en verano para proteger a los turistas tanto nacionales como extranjeros que viajaran a Canarias ante las incidencias relacionadas con el Covid, entre las que se encontraba la necesidad de prolongar estancias por cuarentenas.