Joves sense experiència i grans sense reflexos, en la diana dels accidents (La Vanguardia)
27.09.19
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Uno de cada cuatro accidentes registra como afectados a jóvenes menores de 25 años
23/09/2019 08:00 Actualizado a 23/09/2019 17:16
Tal y como declara rotundamente Josep Alfonso, director general del Centro de Estudios Ponle Freno-AXA de Seguridad Vial, “la experiencia en la conducción es probablemente el factor más determinante a la hora de evitar un accidente de tráfico” y así lo demuestran también los datos.
Analizando la siniestralidad total al volante según la franja de edad y aislando el factor edad como causa principal del siniestro (esto es, eliminando otros factores como el tipo de vehículo, la ciudad del percance, el estado de las vías etc…), el estudio impulsado por la aseguradora determina que los conductores jóvenes tienen el doble de probabilidades de sufrir un accidente de tráfico respecto a la media de conductores en España.
Estos nuevos datos señalan –(sobre 500.000 siniestros registrados entre 2015 y 2017)- que los conductores menores de 22 años tienen una frecuencia de accidentes de tráfico del 29% y los jóvenes entre 22 y 25 años del 25%. Para el conjunto de os conductores, las cifras de accidentes se sitúan en una media del 14,2% (muy por debajo como se demuestra de los datos relacionados con los conductores de menos de 25 años).
Siendo cierto que la experiencia al volante reduce las posibilidades de siniestro, cabe mantener presente que el paso de los años también hace mella en las capacidades a la hora de sentarse a conducir. Así se observa al analizar la franja de edad de entre los 66 y los 70 años. Se observan nuevos riesgos como el menor uso del coche, a menudo en horas de menor tráfico, que inciden en la accidentalidad protagonizada mayormente por conductores jubilados.
En esta franja de edad (66 as 70 años) la frecuencia de accidentes es un 17% menor a la media. Muy destacable es que entre los conductores de 71 a 75 años e incluso los mayores de 75 años (que aparecen como los dos colectivos con menor probabilidad de sufrir un accidente) la frecuencia de siniestros es de un 23 y un 26% por debajo de la media.
Los conductores entre los 31 y los 40 años, los mejores
Otro dato relevante de esta investigación es el que se revela sobre la culpabilidad a la hora del accidente. Siendo como es entre los jóvenes el doble la posibilidad de sufrir un percance al volante, su porcentaje de culpabilidad en los siniestros está por debajo del 50%. Son los conductores entre 31 y 40 años los que aparecen como el colectivo de edad con menor porcentaje de culpabilidad en estos casos. Para los responsables de la investigación, esto se debe a dos factores: han conseguido a esa edad una experiencia notable al volante y además son óptimas sus capacidades físicas y psíquicas.
Al observar la franja de conductores a partir de los 66 años se aprecia que los índices de culpabilidad en relación a los accidentes van en aumento. Entre los 71 y los 75 años este porcentaje se dispara hasta el 53,7% llegando al 60,6% en la franja de conductores de más de 75 años (esto es un 26% más que la media).
En global, lo redactores del informe explican así la incidencia de la edad en los accidentes de tráfico, factor importante en la franja de conductores más jóvenes en cuanto a frecuencia y en la franja de conductores mayores por la responsabilidad en los siniestros: los conductores de entre 18 y 21 años son el colectivo donde más afecta la variable edad, con un 57% más de probabilidad de sufrir un accidente, debido, presumiblemente, a su inexperiencia al volante. Les siguen los mayores de 75 años, con un riesgo mayor del 29%, en este caso probablemente como consecuencia de la disminución de los reflejos. Los otros dos grupos con una considerable incidencia de la edad en una mayor probabilidad de sufrir un accidente de tráfico son los jóvenes de entre 22 y 25 años, con un 19% más, y los conductores de entre 71 y 75 años, con un 9%.
En el lado contrario están los conductores de entre 31 años y 45 años, donde el factor edad, de forma aislada, reduce ligeramente la probabilidad de sufrir un accidente. Por último, en el análisis también se observa un ligero repunte entre los conductores de entre 51 y 55 años, probablemente como consecuencia de la irrupción de los hijos en la conducción de sus vehículos.