Tres modalidades para elegir tu seguro de salud (La Vanguardia)
04.12.20
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La Covid ha disparado el interés y la contratación de este tipo de pólizas que evolucionan año tras año con nuevos servicios y productos
El seguro de salud ha resistido el embate de la pandemia mucho mejor que la mayoría de los ramos aseguradores. De hecho, las compañías especializadas esperan finalizar el año con un aumento alrededor del 5% respecto al 2019. Una cifra similar a la registrada en los últimos ejercicios en los qué Salud no paró de crecer.
La Covid-19 ha tenido un efecto llamada para muchas familias que se han interesado por contratar un seguro de salud. Los expertos consideran que la saturación del Servicio Público de Salud a causa de la pandemia y el miedo a los rebrotes ha sido, probablemente, la razón más poderosa sobre la que se sostiene esa decisión de compra.
Estas son tres modalidades habituales que podemos encontrar en las ofertas de las aseguradoras que comercializan productos de salud. Los nombres comerciales varían en función de la aseguradora:
Servicios plenos
Se trata de la modalidad más completa y también la más cara. Normalmente ofrece la mayor parte de los servicios médicos, con un amplio cuadro médico y de especialidades. Incluye hospitalización y la mayoría de las pruebas diagnósticas. En función de la compañía y de la póliza podemos encontrarnos con diferencias en algunas cobertura y posibles exclusiones. El contrato puede incluir, en función del producto aspectos como acceso a hospitales de prestigio en otros países, asistencia dental, …
Seguros de copago
En esta modalidad, el asegurado debe abonar una cantidad económica por la mayoría de los servicios médicos y pruebas diagnósticas al margen de la prima mensual. Por regla general, el titular de la póliza debe aportar una cantidad pequeña en calidad de copago, aunque también puede variar en función de la póliza. Es importante que en el momento de contratar el seguro nos fijemos claramente en el importe abonar y los casos en los que se aplica esta modalidad.
Seguros de reembolso
La prima que debe abonar en estos casos el asegurado es menor que en las dos modalidades anteriores. Sin embargo, a diferencia de estos, el asegurado no dispone de un cuadro médico al que acudir. En contrapartida, puede acudir al médico que prefiera y presentar luego la factura a su aseguradora que le abonará una parte. Los mismo sucede con las pruebas diagnósticas.
Las cifras oficiales señalan que más de 10 millones de españoles tiene un seguro de salud privado. En esta cifra se incluyen los más de dos millones de funcionarios que pertenecen a las mutualidades de servidores públicos.
UNESPA, la patronal del sector, señala que alrededor de 7,3 millones de ciudadanos tienen contratado un seguro de salud privado. Se corresponden con la modalidad más habitual, en la que la compañía proporciona al asegurado los servicios de médicos que precisa. Se calcula que más de 700.000 titulares de un seguro de salud privado son titulares de una póliza de reembolso. En este caso, los asegurados acuden al médico que ellos eligen libremente y luego la compañía les reintegra una parte del importe de la factura.