Tres claves para acertar con un plan de pensiones (La Vanguardia)
04.01.19
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Las tres cuestiones que deberías saber antes de planificar tus aportaciones a un plan de pensiones
XAVIER VAREA Publicado a 2-01-2019 2:13
En la actualidad el mercado nos ofrece una amplia gama de productos destinados a ahorrar para nuestra jubilación. No obstante, a final de año parece que sólo existen los planes de pensiones, debido a que es este periodo las entidades financieras nos inundan con publicidad de estos productos promocionando sus bondades relacionadas con el ahorro para la jubilación.
Es cierto que los planes de pensiones cuentan con algunas ventajas respecto a otro tipo de productos de ahorro a largo plazo, principalmente relacionadas con su tratamiento fiscal.
Estos productos gozan de un tratamiento fiscal muy atractivo para las aportaciones ya que el contribuyente puede reducirse la menor de las dos cantidades siguientes: el 30% de la suma de los rendimientos netos del trabajo y de actividades económicas percibidos individualmente en el ejercicio y 8.000 euros. Es decir, si tenemos una base imponible de 30.000 euros y aportamos en el ejercicio 5.000 euros a uno de estos productos, únicamente tributaremos por 25.000 euros.
En cuanto a las prestaciones, en el momento de percibirlas, tributan como rendimientos del trabajo, es decir al tipo marginal que va del 19% para rentas inferiores a 12.450 euros al 45% para rentas que superan los 60.000 euros.
Pero a la hora de elegir en qué plan de pensiones vamos a invertir nuestros ahorros hay que tener en cuenta otros factores, ya que la fiscalidad es la misma para todos los planes de pensiones del mercado. En este sentidodeberemos tener en cuenta la rentabilidad y el nivel de riesgo de las inversiones del fondo de pensiones asociado al plan, así como los periodos de permanencia obligatorios, en el caso en que traslademos nuestros derechos consolidados de un plan a otro.
¿Qué rentabilidad nos ofrece el plan de pensiones?
En general, los rendimientos conseguidos por los planes de pensiones en España difícilmente superan el 2% anual. La baja rentabilidad de algunos planes de pensiones puede explicarse en buena medida por sus elevados costes, por ejemplo las comisiones de gestión y depósito que, de media superan el 1,3%, a pesar de la modificación en el régimen de comisiones introducida en el reciente RD 62/2018 de 9 de febrero.
No obstante, en el contexto actual de bajísimos tipos de interés, un 2% de rentabilidad anual no es despreciable.
A la hora de seleccionar nuestro plan de pensiones en base a esta variable hay que tener en cuenta dos cosas:
- Dado quelos planes de pensiones son instrumentos de ahorro a largo plazo, es mejor analizar la rentabilidad obtenida a 10 o a 15 años que a un año. Tampoco es conveniente guiarse por rentabilidades de plazos muy superiores (Inverco publica incluso rentabilidades a 26 años), puesto que el contexto macroeconómico de etapas muy anteriores es poco representativo del actual.
- Rentabilidades pasadas no aseguran rentabilidades futuras, pero sí que nos pueden indicar una tendencia. Si un determinado plan vemos que va aumentando su rentabilidad anual, es posible que lo siga haciendo, de la misma forma que si las rentabilidades anuales a 10 años son mayores que las de los últimos cinco años y a su vez estas son mayores que la última rentabilidad anual, es previsible que la tendencia decreciente siga manteniéndose.
¿Qué nivel de riesgo estamos dispuestos a asumir?
Un buen plan de pensiones es aquel cuya cartera mejor se adapta al nivel de riesgo estamos dispuestos a asumir. De menor a mayor riesgo, en el mercado podemos encontrar planes de pensiones de renta fija a corto plazo, de renta fija a largo plazo, de renta fija mixta, de renta variable mixta y de renta variable.
Naturalmente, por regla general, la rentabilidad tiene una relación inversa con el nivel de riesgo, de ahí que esta elección sea tan trascendente, y más teniendo en cuenta que en el momento de rescatar el plan, el valor de nuestros ahorros se calculará en base a la cotización de los activos que componen el fondo. En un plan de renta variable puede suceder que dos personas con el mismo número de participaciones del fondo obtengan cantidades muy diferentes por hacer efectivas sus prestaciones en momentos distintos aunque muy próximos en el tiempo.
¿Cuál va a ser nuestra aportación anual?
La planificación de las aportaciones es una de las piezas clave para obtener la máxima rentabilidad financiero-fiscal de nuestro plan de pensiones. Para ello hay que tener presente la limitación legal máxima del nivel de aportaciones para el conjunto de instrumentos de previsión social que tengamos a nuestro nombre, que en la actualidad se sitúa en los 8.000 euros anuales. Eso quiere decir que si, por ejemplo, tenemos un plan de empleo en el que el empresario nos realiza las aportaciones y un plan de pensiones individual, en este último sólo podremos aportar la diferencia entre los 8.000 euros y lo que haya aportado nuestra empresa en el plan de empleo.
Por este motivo hemos de tener cuidado con las aportaciones realizadas a final de año pretenden reducir nuestra factura fiscal pues si aportamos cantidades por encima 8.000 euros a un plan de pensiones, estamos ante una infracción así tipificada en la normativa reguladora de Planes de Pensiones, que es sancionable con una multa equivalente al 50 por 100 del exceso de la aportación sobre la citada cuantía máxima (sin perjuicio de la inmediata retirada del citado exceso del plan o planes correspondientes), salvo que dicho exceso sea retirado antes del 30 de junio del año siguiente al de la aportación.