La pandemia coloca al seguro de Vida en la diana (La Vanguardia)
03.07.20
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Directivos de aseguradoras piden que el Consorcio de Compensación asuma las coberturas y los consumidores denuncian que pueden verse excluidos por las secuelas de la Covid-19
La llamada general a cuidarnos mucho más de nuestra salud tras el hachazo de la Covid-19 genera controversia por el relieve que toman los seguros de Vida entre aquellas personas que buscan coberturas familiares frente a lo inevitable, pero también ha hecho reflexionar a las compañías con preocupación.
Consumidores y aseguradoras se replantean su visión de un producto que ha sufrido cambios en su contratación en plena crisis del coronavirus. La pandemia nos ha hecho mucho más sensibles a lo vulnerable de nuestra salud. Las aseguradoras son conscientes del cambio que esto supone en este ramo del Seguro.
Por esta razón, OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) informa que los seguros de Vida suelen cubrir los riesgos derivados de pandemias. Sin embargo, advierte, es muy importante saber que “los nuevos solicitantes de estas pólizas que hubieran sufrido secuelas por esta enfermedad podrían ver incrementada la prima básica, o directamente, ser excluidos”, revelan sus expertos.
Las pólizas de Vida, que junto a los ramos de Autos y Empresa, redujeron en un 6’8% su facturación entre enero y marzo en relación con el mismo período del año pasado, están sujetas a las condiciones de salud de los tomadores. Así, los detalles de su contratación pueden depender de la valoración que los servicios médicos de cada aseguradora realicen sobre el cliente. Es preceptivo en este tipo de seguros presentar un informe médico del solicitante y “superar el cuestionario médico que debe rellenar el futuro asegurado”, recuerdan desde OCU.
Un tercio de los tomadores de pólizas son personas entre los 35 y los 44 años con menores a su cargo
Casi un tercio del total de clientes del seguro de Vida firman sus pólizas con una edad de entre 35 y 44 años, informa ICEA. La otra franja importante de compradores está entre los 45 a 54 años. Los asegurados entre 25 y 34 años tienen una presencia que está por encima de su peso relativo sobre la población total.
Estas personas – de 25 a 54 años- son las que suelen tener hijos menores de edad a su cargo. Por ello, perciben una mayor necesidad de proteger el bienestar de sus seres queridos si algo les ocurriese a ellos, explican desde UNESPA.
En el conjunto del ramo de seguro de Vida, las aseguradoras gestionaron 240.955 millones de euros de sus clientes a cierre del ejercicio correspondiente al año 2019, lo que supone un 4,95% más que el año 2018, según los datos recogidos por la patronal del Seguro.
Las compañías lamentan la falta de directrices desde la Dirección General de Seguros durante el estado de alarma
Los seguros de Vida han provocado durante el estado de alarma una carga de trabajo suplementaria en los departamentos legales de las compañías. Una encuesta realizada por la consultora Deloitte entre los 600 principales directivos y directivas de las aseguradoras afirma que el 63% consideraron “clave” el trabajo de estos departamentos. Lamentan, al mismo tiempo, la falta de criterio y directrices de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones ante la situación.
El mismo informe, titulado “Impacto de la Covid-19 en el sector asegurador”, recoge que el 73% de los altos ejecutivos y ejecutivas entrevistados considera que debería ser el Consorcio de Compensación de Seguros quien se encargase de las cuberturas en caso de nuevas pandemias.
Para canalizar hacia este organismo oficial esta función, las direcciones de las aseguradoras en España proponen que un nuevo recargo sobre las primas de los asegurados dotara de fondos económicos al CCS. De este modo, las compañías señalan que se protege la solvencia de las entidades aseguradoras que podrían verse afectadas “más perjudicadas” por nuevos brotes pandémicos. Afirman, además, que el mecanismo protegería mejor a los propios asegurados.
UNESPA propone también que el Consorcio administre y gestione nuevos recargos para el seguro de crédito y caución
También UNESPA reclama cambios en el modelo para afrontar futuras crisis por pandemia. En su caso, la patronal, centrándose inicialmente en el seguro de crédito y caución, también propone la creación de un fondo económico “administrado y gestionado” por el CCS y financiado con un recargo sobre las primas.
Mientras tanto, los consumidores, más preocupados por las situaciones familiares problemáticas en caso de fallecimiento o incapacidad permanente de unos de sus miembros, proponen revisar las cláusulas y las condiciones especialmente “desaconsejables” para este tipo de seguros.
Las pólizas temporales por varios años resultan más económicas que las renovables anualmente
Señala OCU, que “muchos usuarios desconocen que existen varios tipos de seguro de vida para cubrir el fallecimiento”. Explican las pólizas anuales renovables, que tienen un año de duración y se van renovando automáticamente. Y las temporales, que se contratan por un tiempo determinado, por ejemplo 20 años, y normalmente con una prima anual constante y un capital asegurado constante (o al menos fijo y conocido de antemano).
Ante el incremento de interés por estos seguros a causa de la emergencia sanitaria que vivimos, OCU denuncia que “la mayoría de las compañías no informan de sus primas a futuro, por lo que podrían aumentarlas libremente y de forma exagerada según pasan los años, lo que en la práctica es una expulsión.”
La organización de consumidores afea a las compañías que ni siquiera garantizan la prórroga de la póliza, “lo que también podría dejar al usuario sin seguro cuando más lo necesitase”. En paralelo, ponen de manifiesto que existen aseguradoras que no aclaran si aceptan enfermedades preexistentes que el asegurado desconociera en el momento de la contratación, otro riesgo añadido.
Corredores y agentes exigen que los bancos cumplan estrictamente las normas de comercialización
Entre ventajas e inconvenientes, se contempla que los seguros de Vida temporales cuestan de entrada el doble o incluso el triple que un seguro anual renovable, pero el usuario tiene la tranquilidad de que la compañía no cancelará unilateralmente la póliza ni le subirá el importe de las primas. Advierten desde OCU lo importante de comparar precios antes de suscribir cualquier seguro.
Como ejemplo, explican que para un capital de 100.000 euros durante 20 años, una persona de 50 años tendrá que pagar entre 1.000 y 1.800 euros cada año, cifra que puede variar entre compañías.
A este debate de preocupación entre consumidores y aseguradores se añade la inquietud de los mediadores y los corredores de seguros.
Tal y como ha informado La Vanguardia, todos ellos temen que la voracidad de los bancos se traslade al suculento mercado de las pólizas de Vida y de Salud para particulares. Por ello, el Consejo General de Mediadores de Seguros exige el cumplimiento estricto de la normativa de comercialización por parte de las entidades financieras.
En España, con un mercado de 28.995 millones de euros (2’4% del PIB), la venta de este tipo de pólizas está claramente liderado por el canal bancaseguros, tal y como recoge el último informe elaborado por Mapfre Economics.