La banca se juega más de 50.000 millones en empresas amenazadas por la transición ecológica (El Mundo)
21.06.19
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VÍCTOR MARTÍNEZ Viernes, 21 junio 2019 – 02:02
El Banco Central Europeo (BCE) ha sumado un nuevo riesgo al largo catálogo de amenazas que soporta el sector financiero europeo. Prolongación del entorno de tipos de interés negativos, irrupción de grandes tecnológicas como Facebook en el sector, Brexit, guerra comercial… y ahora la transición ecológica.
El conjunto del sistema financiero de la Eurozona -incluyendo bancos, fondos de inversión, de pensiones y aseguradoras- tiene una exposición total a empresas afectadas por la reducción de emisiones contaminantes de 720.000 millones de euros, según los cálculos realizados por el supervisor con sede en Fráncfort.
El vicepresidente del BCE y ex ministro español de Economía, Luis de Guindos, advirtió ayer del riesgo que supondría una transición ecológica «abrupta» para el conjunto del sistema financiero y, en particular, para la banca.
Las entidades de la zona euro tienen concedidos créditos por más de 50.000 millones de euros a grandes empresas emisoras de dióxido de carbono cuyo negocio pudiera verse seriamente afectado por las nuevas limitaciones que los países europeos, entre ellos España, tienen que poner en marcha para cumplir los objetivos europeos de 2030.
A diferencia de los fondo,, cuya inversión puede moverse con más agilidad hacia otros sectores sin emisiones como acaba de hacer el fondo soberano noruego, en el caso de la banca el riesgo es mayor al tratarse de financiación concedida en muchos casos a largo plazo. Por este motivo Guindos apoyó ayer que esta exposición climática sea incluida en los test de estrés que se realizan periódicamente a las entidades para estudiar la fortaleza de sus balances.
El BCE considera que el cambio climático supone en realidad un doble riesgo para las entidades financieras. Por un lado, los desastres naturales y fenómenos vinculados al deterioro del planeta pueden suponer de manera directa un coste elevadísimo para banca, inversores y sobre todo aseguradoras.
Por otro lado, el supervisor considera que existe un riesgo indirecto por el impacto que tendrán sobre las nuevas empresas contaminantes las medidas vinculadas a la reducción de emisiones. En su último boletín de estabilidad financiera, el BCE se refiere en concreto a los sectores energético, turístico, constructor y asegurador.
El regulador cifra en el 3% la exposición de los activos bancarios por riesgo climático, aunque incide en que a pesar de no ser proporcionalmente relevante, sí supone un riesgo en valores absolutos para algunas firmas al estar concentrado en las empresas de mayor tamaño y con mayor número de emisiones.
Esta amenaza está ligada a la falta de información transparente sobre la exposición de los bancos a sectores contaminantes -no están obligados a identificar a sus prestatarios- y a la incertidumbre sobre las medidas que los países pueden tomar para reducir sus emisiones. La Comisión Europea sólo fija el objetivo de reducción de contaminación, pero son los Estados los que marcan su propia senda.
Entre estas decisiones pueden incluirse la aprobación de impuestos medioambientales o directamente la prohibición de ciertas actividades contaminantes como la generación de electricidad con carbón o la utilización de vehículos diésel. Guindos, sin meterse a valorar las propuestas realizadas por los distintos países, sí que apoyó que la fiscalidad sea un camino para lograr esa transición «suave» hacia una economía menos contaminante. «Una introducción imprevista de medidas políticas o un cambio rápido en las preferencias del consumidor podría desencadenar un descenso abrupto de precio para las empresas y sectores afectados», concluye el supervisor financiero.