Esta es la petición de la policía para combatir el fraude en el seguro (Aseguranza)
03.06.22
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Una comisaría de Madrid puede recibir unas 5 denuncias falsas al día. Si se multiplica por todas las comisarías que hay en España, sale una cifra absolutamente desmesurada. Esto complica la labor de la policía, que muchas veces no puede dedicar todos los recursos necesarios y que le gustaría a resolver todos estos casos. Y perjudica a las aseguradoras, las víctimas de muchas de estas denuncias falsas. Por el bien de todos, la policía reclama una solución y esta es una propuesta de lo que se puede ir haciendo.
Esta realidad la ha contado Luis González, inspector jefe del Grupo de Policía Judicial, en la jornada ‘Lucha contra el fraude: falsedad documental & falso positivo’, organizada por ICEA. «Ahora están entrando en las comisarías entre 5 y 6 denuncias falsas diarias, cuando antes eran 2 o 3. Y esto queremos atajarlo», ha subrayado.
De estas denuncias falsas, un volumen importante afecta a las aseguradoras ya que muchas son simulacros de robo o de lesiones para poder solicitar una indemnización al seguro. Considera que ambas partes deberían trabajar juntas para detener estos intentos de estafa. «Me gustaría que la policía y las aseguradoras mejorasen sus canales de comunicación, que la actividad fuese más fluida. Este es el reto», reconoce el inspector jefe.
Desde su punto de vista, una solución para mejorar la interlocución entre aseguradoras y la policía puede ser abrir «un canal de comunicación a través de la participación ciudadana«. Para ello, eso sí, deben tomar nota las autoridades políticas. «Tenemos que hacer algo entre todos para detectar este fraude y que al defraudador, no solo no se le abone la indemnización que deseaba, sino que recaiga sobre él una responsabilidad penal«, ha incidido.
Luis González ha hecho hincapié en que estas conductas delictivas «repercuten» a la policía «porque muchas veces no se pueden ni investigar y eso frustra», pero sobre todo a las aseguradoras porque en ocasiones se ven abocadas a pagar «un dinero por una falsedad«. Y, antes de despedirse, ha insistido en fomentar esa colaboración: «Algo hay que hacer porque a nosotros nos suben los delitos como la espuma y a vosotros os baja el dinero también como la espuma».
Más de 237.000 casos fraudulentos
Esta intervención ha coincidido con la presentación y divulgación de las estadísticas del fraude al seguro español en 2021. El año pasado, las aseguradoras investigaron 237.245 intentos de estafa o, lo que es lo mismo, 27 a la hora. Esta cifra, como apunta siempre Unespa, no significa el número total de fraudes ocurridos en España en 2021, sino los reportados a ICEA por parte de las aseguradoras. En esta ocasión, son 32 compañías, que representan el 59% de cuota de mercado. «Es mayor que otros años porque se han incorporado más entidades», ha precisado Ignacio Ordóñez, director de RR.HH. y Formación de ICEA.
Aunque en estas estadísticas no esté todo el sector representado, son una buena herramienta para obtener diversas conclusiones sobre la tendencia del fraude en el seguro español. Por ejemplo, que de los 237.245 intentos de estafa detectados, en el 66% de los casos el defraudador pretendía conseguir indemnizaciones superiores a los 500 euros.
Un año más, Autos vuelve a ser el ramo favorito de los defraudadores, aglutinando el 66% de los casos detectados. «Autos no cambia», ha lamentado Ignacio Ordóñez. El predominio de este ramo se debe a su destacada presencia entre la sociedad. Detrás se sitúan Diversos y RC General (30% de los casos) y más distanciados Vida, Accidentes y Salud (3%). El 1% restante corresponde a otras líneas de negocio.
Detectar el fraude es rentable
En 2021, las aseguradoras han invertido una media de 59 euros a investigar un caso de fraude y han logrado evitar el pago de 37,3 euros por cada euro invertido. «Trabajar contra el fraude es rentable», ha ensalzado el representante de ICEA. Obviamente, esto varía por ramos. En Autos, el gasto medio asciende a 66 euros y se evita abonar solamente 28,6 euros por euro invertido, mientras que en los seguros personales (Vida, Accidentes y Salud) se invierten de media 37,8 euros y las aseguradoras obtienen un retorno de 243,3 euros.
Al cierre del pasado ejercicio, el asegurado es el defraudador directo en el 75,17% de los casos, ligeramente por encima a 2020. «El asegurador es, como siempre, la figura más relevante en el fraude», se ha apenado el director de RR.HH. y Formación de ICEA. La parte contraria intentó engañar en un 17,31% de las reclamaciones y los reparadores en el 4,84%. Por otra parte, el 79,13% de los casos investigados se resolvieron sin confesar la autoría el defraudador.
En general, el intento de estafa más habitual es la ocultación del daño o una lesión preexistente, como se ha detectado en el 33% de los supuestos, por delante de la simulación de un siniestro (17,48%) y una reclamación desproporcionada (16,96%).
Las aseguradoras obtienen al peritar o tramitar un siniestro el mayor indicio de alerta de que están ante un fraude, como se ha observado en el 49,17% de los casos. «Los peritos son los que proporcionar más éxito en la detección del fraude», ha recalcado Ignacio Ordóñez.
Para la detección del fraude, estas son las acciones más repetidas por las aseguradoras: comprobación de daños o lesiones (27,92%), estudio de las características de los daños y lesiones (24,02%), inspección ocular (23,62%), análisis de restos o vestigios (15,79%) y entrevistas (5,52%).
La media de fraude nacional se ha situado en el 0,37%, aunque es superior en Andalucía y Murcia, por encima del 0,46%. Por el contrario, la menor tasa la presentan Asturias, País Vasco, La Rioja y Aragón, por debajo del 0,28%.
La amenaza de la videoperitación
A pesar de estas estadísticas, que muestran la práctica del seguro español para frenar el fraude, Alfonso Moyano, ingeniero informático y perito de Apcas, ha alertado de que «se han desplomado los índices de detección de fraude». Y, según ha señalado, una de las causas es por la mayor presencia de la videoperitación, muy útil durante la pandemia pero que también puede suponer una amenaza. «Ahora el asegurado enseña lo que él quiere que los peritos veamos», ha argumentado.
A esto contribuye la transformación del sector, en el que las aseguradoras son cada vez más prestadoras de servicios. Ha precisado que, como las compañías compiten por ofrecer respuestas más rápidas a los asegurados, ya no van los peritos a verificar los siniestros, sino que el 90% de los incidentes son reconducidos a reparadores y talleres concertados. «Antes había peritos en todos los siniestros», ha recordado Alfonso Moyano.