El ahorro es un elemento clave en el desafío de la longevidad (La Vanguardia)
08.11.19
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Compañías y mediadores de seguros debaten sobre cómo contribuir a superar con éxito el reto que supone vivir más años
30/10/2019 09:07 Actualizado a 31/10/2019 07:57
El sector asegurador español persigue a la carrera las claves con las que la longevidad y aumento de la edad media de la población van a condicionar una actividad que se mueve ya con cálculos de esperanza de vida alrededor de los 100 años en España, el primer país de Europa en expectativa de vida.
Analizando un posible nuevo mercado de 30.000 millones de euros apetecible para el Seguro español y considerando un escenario hacia el año 2045 con un 50% de la población española por encima de los 65 años, los primeros ejecutivos de las compañías apuestan por la necesidad de revisar la fiscalidad de productos de previsión, desarrollar un sistema mixto del sector privado y el público para reforzar el sistema de pensiones y la adopción de campañas de fomento del ahorro a largo plazo.
Para las principales aseguradoras en España es urgente fomentar una nueva cultura del ahorro que garantice la necesaria independencia económica de las personas una vez cruzado el umbral de la jubilación y, ante expectativas de vida mucho más largas, reclaman a la Administración nuevos marcos fiscales favorables a los productos como los planes de pensiones.
La longevidad y la evolución de una sociedad que aumenta su esperanza de vida al ritmo de cuatro años por década (algo así como 10 horas cada día) ha sido el elemento central de debate de la 45 Semana Mundial del Agente y el Corredor de Seguros 2019 organizada por el Col·legi de Mediadors d’Assegurances de Barcelona que se celebró ayer tarde en el Teatre Tívoli de la Ciudad Condal, elegido por celebrar este año su centenario y por tanto muy acorde con el argumento de la convocatoria.
La esperanza de vida al llegar a los 65 aumenta en 22 años
El economista José Antonio Herce, principal ponente del evento que reunió a más de 1.000 asistentes representativos del sector asegurador español entre altos ejecutivos, representantes de compañías y profesionales de la mediación de toda España, expuso la longevidad como “gran oportunidad desde el punto de vista de tratar ese aumento de los años de vida como nuevo recurso importantísimo en tiempo” para ganarle vida a los años.
Contrario a la ruptura que provoca el actual sistema de jubilación de “todo o nada” que retira del mercado laboral a personas capaces alrededor de los 65 años, Herce describió la nueva sociedad en la que un 26’2% de las personas tienen una esperanza de vida de 91 años con una calidad de vida notable al llegar a los 65 años.
Para comparar, si nos trasladamos a los datos del año 1900 comprobamos que entonces la esperanza de vida de las personas al llegar a los 65 era de 9’1 años. Hoy, detalla Herce, la esperanza de vida a esa misma edad aumenta en 22 años.
Para este especialista, el sector asegurador debe anticiparse para convivir con un sistema en el cual cabe cuestionarse la necesidad de jubilarse o no a los 65 años, proponer nuevos productos de planificación financiera para vivir 100 años y activar soluciones más flexibles para la realidad cambiante del siglo XXI.
La nueva realidad social a la que se enfrenta el sector asegurador, explica Herce, supone “tener en cuenta que nos encontramos con una realidad que impide a nuestros jóvenes reproducirse tanto por falta de tiempo como de dinero” lo que obliga a replantearse el papel del sistema de la Seguridad Social que considera “exhausto”.
Dice el economista que la Seguridad Social “arregla todas las desigualdades que le llegan del mercado” y que ante esta situación los trabajadores de una comunidad más longeva que sobrevive en 40 años a la edad de jubilación deben ahorrar la mitad del sueldo de una vida laboral de 40 años.
Seria esta la recomendación principal que para José Antonio Herce es fundamental a la hora de garantizar que la renta económica de cualquier ciudadano sea adecuada para su bienestar hasta su fallecimiento.
Por su parte, durante la inauguración del acto, el presidente del Col.legi de Mediadors de Barcelona, Francesc Santasusana, destacó que el impacto de la longevidad en el entorno del Seguro exige pensar en “cómo se desarrollarán los negocios de mediación de seguros en la próxima década pero también cual es el papel que asume el Seguro en el conjunto de la sociedad”.
Las compañías disputan a los bancos el negocio del ahorro
‘¿Tenemos respuesta al desafío de la longevidad?’ esa fue la pregunta a la que trataron de dar respuesta los ocho máximos responsables de ocho de las principales compañías aseguradores del país. Moderado por la periodista Olga Viza, el debate contó la presencia de José Luis Ferrer, CEO de Allianz; Mariano Rigau, CEO de Arag, Olga Sánchez, CEO de AXA, Francesc Rabassa, Director General de CA Life; Manuel Pérez Tort, Subdirector General y director de las áreas de Seguros Personales y Actuarial de FIATC; Santiago Villa, CEO de Generali; Francisco Arregui, Director General de Grupo Catalana Occidente, y Vicente Cancio, CEO de Zurich. Por primera vez en la historia de la Semana Mundial, el debate siguió las normas del mítico espacio televisivo en el que los participantes tienen solo 59 segundos para responder a cada pregunta.
Los máximos ejecutivos de estas aseguradoras coinciden en señalar la longevidad como un reto al que adecuar las nuevas políticas y productos entorno a pensiones, salud y dependencia. La necesaria revisión de las nuevas condiciones de vida obligará a transformar los análisis sobre los clientes y el mercado y a garantizar nuevas formas de asistencia para el bienestar de los clientes.
En global, según expuso la consejera delegada de AXA España Olga Sánchez, en el mercado nacional existen alrededor de 30.000 millones de euros que no están dentro del ámbito de gestión del amplio escaparate de productos de ahorro del aseguramiento actualmente, con lo que instó a todo el canal de medicación a conseguir ampliar la actual cuota de clientes de este ramo.
Para los directivos convocados por el Col·legi de Mediadors, cabe un mayor margen de concienciación de la ciudadanía sobre la necesidad de reforzar los productos de ahorro para la jubilación. Consideran de manera conjunta que la Administración debe desplegar nuevas políticas duraderas de fomento del ahorro, especialmente a través de la mejora de la fiscalidad de productos como los planes de pensiones y similares.
Según Manuel Pérez Tort, Subdirector General de FIATC, urge al sector analizar las necesidades inminentes de los jóvenes de hoy para anticipar nuevos productos aseguradores basados en el ahorro y también en la prestación de nuevas coberturas relacionadas con el bienestar tras la jubilación.
A la vez que reclaman pactos de Estado con programas de incentivo para el ahorro y una mejor fiscalidad, las aseguradoras consideran que la regulación debe adaptarse a las nuevas necesidades y a nuevos productos por desarrollar, especialmente los que suponen gran incertidumbre como los vinculados a licuación de los activos inmobiliarios en rentas.
Francisco Arregui, director general del Grupo Catalana Occidente, señala que el aseguramiento español debe seguir insistiendo ante la Administración para conseguir nuevas normativas de protección adaptadas a las nuevas necesidades.
Para Santiago Villa, consejero delegado de Generali, la independencia económica del futuro pasa por tener consciencia y compromiso de ahorro a largo plazo ante una situación en la que “vamos a tener más años tras la jubilación y el papel de la red familiar que ahora garantizaba este bienestar ha cambiado”.
Los ocho participantes en el debate señalan al canal de la mediación como el más eficaz y el más preparado para atraer a los clientes hacia los productos de ahorro pensando en la jubilación por delante de los bancos. Señalan que a diferencia de las entidades bancarias, que capitalizan la capacidad de ahorro actual, los mediadores disponen de la información personalizada para ofrecer productos adecuados a cada cliente. Con esta, pueden trascender la información patrimonial y financiera que los bancos disponen de cada ahorrador.
Al mismo tiempo, las compañías aseguradoras son conscientes de la enorme competencia que supone la capilaridad del sistema bancario español a la hora de disputarse la clientela ahorradora del país. En relación al papel de la mediación en esta lucha por tan suculento mercado, los primeros ejecutivos de las aseguradoras admiten que la complejidad y la volatilidad de algunos productos de previsión y ahorro a largo plazo los hacen poco apetecibles entre los mediadores.