Consejos para contratar el mejor seguro de hogar (ABC)
11.12.20
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Comparar las coberturas, exclusiones y el modo en que serán reparados los daños, así como valorar correctamente el valor de los bienes, son algunas de las cuestiones a tener en cuenta para elegir el seguro de hogar que más nos conviene
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Si te planteas suscribir una hipoteca, contar con un seguro de hogar durante el tiempo que se prolongue el préstamo suele ser un producto exigido por los bancos. Más allá de la obligatoriedad, contar con un seguro de hogar nos garantizará tranquilidad en caso de siniestro, y podemos sacarle provecho si tenemos en cuenta algunos consejos para elegir el que mejor se adapta a nuestras necesidades.
Como con cualquier producto que contratemos, es esencial que comparemos entre los distintos seguros de hogar disponibles en el mercado para encontrar el que más nos beneficia. Al margen de que existen múltiples compañías, cuestiones como las coberturas que incluyen y excluyen, la valoración del contenido y el continente o el límite de responsabilidad civil que cubren van a suponer una diferencia tanto en lo que vamos a pagar por nuestro seguro como en lo que podemos esperar de él.
En primer lugar, tendremos que buscar un seguro de hogar que se ajuste al uso que damos al inmueble. No necesitaremos el mismo seguro para nuestra vivienda habitual que para una segunda residencia. Ni si disponemos de una vivienda en propiedad que arrendamos o si vivimos en ella como arrendatarios. En el primer caso puede interesarnos una póliza que nos cubra de posibles impagos o desperfectos en el inmueble. En el segundo, lo más probable es que busquemos un seguro que proteja solamente el contenido.
De hecho, los seguros de hogar han evolucionado mucho en los últimos años, y al margen de múltiples opciones en lo que se refiere a la cobertura del continente y el contenido, es habitual que encontremos otras coberturas complementarias como la asistencia en viaje, la atención médica de urgencia o seguros para mascotas.
Valorar correctamente el continente y el contenido
A la hora de solicitar a las compañías una oferta de seguro de hogar, y de que calculen la prima del mismo, hay dos errores en los que debemos evitar incurrir: el infraseguro y el sobreseguro.
Como sus nombres indican, nos encontramos en una situación de infraseguro cuando el valor del capital asegurado es inferior a su valor real o su valor de reposición, y en riesgo de sobreseguro cuando contratamos coberturas que no necesitamos o calculamos para los bienes un valor superior al que en realidad tienen.
En el primer caso, aunque pagaremos una prima menor, en caso de sufrir un siniestro la indemnización no cubrirá el valor real del bien; mientras que en el caso del sobreseguro estaremos pagando más de necesario y además una vez que el perito inspeccione el bien dañado corremos el riesgo de que la indemnización sea menor de lo que esperamos.
En relación con el valor de los bienes asegurados se encuentra también la modalidad en que podrá ser reparado el daño en caso de pérdida:
-Seguro a valor de nuevo o de reposición. Asegura nuestros bienes por el valor que supondría comprarlos nuevamente, o reconstruirlos.
–Seguro a valor real. Nuestros bienes quedan asegurados por el valor que tenían justo antes del siniestro, teniendo en cuenta la depreciación que han sufrido desde que los compramos. Este tipo de seguro es más barato que el anterior, pero también será menor la indemnización.
–Cobertura de primer riesgo. En esta modalidad pactamos con la compañía de seguros un valor determinado para un bien, que no será superior al valor de nuevo, lo que puede interesar para objetos de especial valor, como antigüedades, sin que la prima resultante se encarezca demasiado.
–Cobertura de valor estético. Este tipo de cobertura nos garantiza que también será reparado el daño estético, no solo el funcional.
En función de lo que estemos dispuestos a pagar y de lo que esperemos obtener del seguro, tendremos que analizar qué opción nos resulta más adecuada y de ese modo comparar de forma más realista entre pólizas que se ajustan a nuestras necesidades.
Coberturas y exclusiones
Los daños por incendio, por fenómenos meteorológicos como la nieve, el granizo o la caída de un rayo, los robos, los daños eléctricos, las filtraciones de agua o la rotura de cristales son los principales desperfectos que prácticamente la totalidad de compañías cubren, pero las coberturas que incluye cada póliza varían de una compañía a otra.
La responsabilidad civil, que es la que cubre los daños que un siniestro en nuestra vivienda puede originar a un tercero, es otra de las coberturas básicas de cualquier seguro, y es especialmente importante, ya que una indemnización de este tipo puede suponer un importe muy elevado. En función del límite de cobertura por responsabilidad civil también variará la prima de nuestro seguro, y es fundamental que tengamos en cuenta este dato a la hora de elegir seguro.
Junto con las coberturas básicas es muy común que las compañías de seguros nos ofrezcan otras coberturas complementarias, que podrán ir desde la asistencia en el hogar hasta otras como la asistencia en viaje.
Por el contrario, existen daños que puede que la compañía de seguros excluya en la póliza que nos oferte, como los daños sufridos en la vivienda si esta ha sido alquilada sin tener conocimiento la compañía o los daños por filtración de agua originados por conducciones públicas.
Es recomendable que analicemos muy bien las coberturas que se incluyen y se excluyen de la póliza a la hora de elegir el seguro que más nos conviene.