Así pactan las compañías de Seguros el pago de los accidentes ‘tontos’ (La Vanguardia)
20.09.19
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El pago directo de las indemnizaciones resuelve en una media de 6 días los accidentes leves como los golpes de chapa
Difunde estos días el sector asegurador español la cifra de los días que tardan las compañías en resolver accidentes leves de tráfico, los archipopulares “golpes de chapa” y similares: de los 45 días de media que invertía hace 25 años, hoy se señalan medias de menos de seis según expone la patronal UNESPA destacando el éxito de los “pactos” de indemnización directa.
¿Cómo, cuándo y porqué se produce este avance? ¿Qué ocurre durante el tiempo que tardan las compañías en “pactar” el pago cuando dos coches chocan?
Coordinación y tecnología están en la respuesta. Se cumplen ahora 25 años del acuerdo entre compañías para dotarse de un sistema de gestión de los percances leves sin daños personales, sólo con daños materiales relativamente económicos. Automatizando, mucho antes de Internet i la digitalización, la gestión de los siniestros, las compañías establecieron sus convenios de indemnización directa (algo así como que cada compañía repara y paga el siniestro de “su” cliente y luego ajusta mensualmente cuentas con las competidoras).
Acuerdos como CIDE (1988) y ASCIDE (1990) agilizaron todos estos trámites entre algunas compañías. Con la entrada en vigor en julio de 2015 de la Ley 20/2015 de ordenación, supervisión y solvencia de las entidades aseguradoras y reaseguradoras todas las entidades pasaron a estar conveniadas a la hora de indemnizar directamente los daños materiales.
Buscando más eficacia, seguridad y economía, las compañías impulsan desde 1997 el Sistema CICOS para mejorar su negocio reduciendo costes -hasta un 12% de los gastos de gestión por percance- y atendiendo mejor a sus clientes.
El Sistema CICOS supone una cámara de compensación de los convenios de indemnización directa del sector asegurador atendiendo que el seguro obligatorio del automóvil es un seguro de responsabilidad civil. Todo conductor es responsable de los daños que ocasione. Sólo el 35% de los vehículos en España están asegurados a todo riesgo.
Las compañías suman los costes que va pagando por ‘sus’ siniestros
El sistema de las compañías para “pactar” la resolución de los accidentes “tontos” que se producen mayoritariamente en las ciudades, a razón de 1.750.000 siniestros de media al año en las últimas dos décadas, y que suponen un coste anual de entre 3.000 y 3.500 millones de euros, se explica bien con este ejemplo teórico: supongamos el historial de accidentes leves de dos entidades aseguradoras (A y B) a lo largo de un mes; los vehículos de una y de otra van teniendo percances unos contra otros. Por ejemplo, tienen 100.000 percances en los que chocan vehículo de A contra vehículo de B.
En ese mes, resulta que el sistema de gestión define que los vehículos de A fueron responsables del accidente en 53.000 casos; y, por lo tanto, los vehículos de B fueron responsables en los 47.000 casos restantes. A final de mes, CICOS compensa estos saldos. Así, no se produce un pago de 53.000 módulos de A a B, y de 47.000 de B a A; sino que A le paga a B sólo 6.000 módulos. Es decir, la diferencia entre 53.000 y 47.000.
Detallan las compañías que antes de estos convenios, para resolver la responsabilidad civil de cada conductor en un siniestro se producían demoras de hasta 45 días, tiempo de la compañía “culpable” para atender al conductor “inocente” que menudo se quedaba también sin vehículo con el perjuicio añadido.
El mecanismo vigente actualmente facilita hoy que cada aseguradora se compromete a reclamar en nombre de su asegurado inmediatamente tras la comunicación del percance y, sin esperar más, reparar el vehículo en caso de que su asegurado sea el perjudicado (no culpable). Por eso los convenios se llaman de indemnización directa. Actualmente, el proceso de definición de culpabilidad, altamente tecnificado y automatizado, toma, como media, 5,7 días.
Las aseguradoras acuerdan un módulo económico medio por siniestro
El estudio de UNESPA “¿Golpe de chapa? Así logra el Seguro arreglar tu automóvil” aprovecha el ejemplo anterior para explicar como se activa el trato entre compañías: siguiendo el ejemplo anterior, A y B han tenido un accidente y el sistema define que A es el culpable de lo ocurrido. Para agilizar el trámite la aseguradora del B (perjudicado) reparará el vehículo a su cliente por los daños sufridos, sin necesidad de esperar a que ambas entidades lleguen a un acuerdo en el importe.
Esto se produce porque en el marco de los convenios, las aseguradoras han acordado que, una vez reparado el vehículo “no culpable”, el asegurador del “culpable” le debe al asegurador del perjudicado, no la factura concreta de tal o cual accidente, sino un módulo económico.
El módulo es un coste medio. Es lo que cuesta, como media, reparar un vehículo que ha tenido un golpe. Como buen coste medio, habrá vehículos cuya reparación cueste más y otros que costarán menos. Pero como el módulo está calculado teniendo en cuenta los importes reales de reparación, facilitados por las aseguradoras anualmente, el resultado para cada entidad será que en unos casos el módulo estará por encima de lo que pagó, y en otros por debajo; pero, en conjunto, los módulos recibidos equivaldrán al coste total de todas las reparaciones asumidas.
El convenio de siniestros entre más de dos vehículos atiende unos 78.000 percances anuales
Estos procesos, que se inician con la declaración amistosa de accidente por parte de los conductores a través de CIDE o sin parte a través de ASCIDE, fijan la responsabilidad de cada cual cuando hay implicados dos vehículos. Desde 2001, las aseguradoras firmaron un tercer convenio, el de Siniestros de Daños Materiales (SDM) para atender accidentes con más de dos vehículos afectados. Actualmente, este sistema gestiona unos 78.000 percances al año.
Para el sector asegurador, estos mecanismos perfeccionados en los últimos 25 años repercuten directamente en la mejora del trato a los asegurados: eliminando los costes de litigación a la hora de determinar la culpa a la hora de reparar el vehículo y reduciendo los tiempos de gestión de cada percance. Las compañías se garantizan menor gasto en todo el proceso, circunstancia que redunda en su cuenta de beneficios.
No es menor, destaca la patronal aseguradora, el beneficio en materia de movilidad para los conductores afectados que ven reducido el tiempo que está su coche en el taller y tienen que pagarse otro tipo de transporte.
Calculan las compañías que hay un ahorro para los clientes con siniestros por valor de 410 millones de euros cada año.
Esta cifra se obtiene estimando un gasto medio de 3 euros al día en transporte (el equivalente a dos billetes sencillos de metro o autobús en Madrid) para cada uno de los 3,5 millones de conductores afectados por un accidente de tráfico leve al año y un plazo de reparación media de 39,3 días. Este plazo es el resultante de restar a los 45 días que conllevaba una reparación a mediados de los años noventa, los 5,7 días que se tarda en reparar un coche en la actualidad.