¿Cómo actuar ante las lluvias torrenciales e inundaciones? (La Vanguardia)
03.09.21
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El sur de Tarragona, el norte de Castellón, zonas de Aragón, Navarra y Toledo, entre las más afectada por la primera DANA del mes de septiembre
La primera DANA de la temporada ha causado también daños importantes en zonas de Alicante, Aragón, Navarra y Toledo. Por más que se trata de un fenómeno habitual en la zona mediterránea y que se repite año tras año, lo cierto es que la historia se repite año tras año dejando un reguero de daños materiales muy importantes que afectan a infraestructuras, viviendas, negocios, industrias, explotaciones agrícolas y vehículos. En el momento de elaborar este contenido, no se tienen noticias de daños personales de importancia.
Previsión, precaución y reclamación
¿Qué se puede hacer ante una DANA?
Normalmente, este fenómeno suele repetirse, año tras año, en los mismos territorios. Con ligeros matices en cuanto a la intensidad, pero con una notable testarudez por lo que se refiere a la localización. El litoral mediterráneo es, con diferencia, la zona más castigada por este tipo de fenómenos estacionales. ¿Se puede hacer algo para minimizar los daños?
En este sentido, cabría destacar tres fases. La primera se centra en lo que podemos hacer antes de que tengamos la DANA descargando su furia sobre nuestras cabezas. Limpiar el cauce de los ríos, torrentes y rieras es una primera medida para evitar que la fuerza del agua sea muy destructiva. A escala doméstica, debemos vigilar que las zonas de recogida de aguas de lluvia y los desagües de las zonas subterráneas no estén obstruidos o a punto de estarlo.
En cuanto a los vehículos, no aparcar cerca de antiguos torrentes o rieras por las que, aunque normalmente no circula agua, hay que saber que en caso de lluvias torrenciales la avenida recupera su antigua función como zona de desagüe.
Del mismo modo, es bueno que evitemos transitar, aunque sea a pie por estas zonas ya que los hechos en una DANA se precipitan con gran rapidez. Ir a rescatar el coche de una zona peligrosa cuando la lluvia ya está cayendo con fuerza no es una buena idea.
Cuando empieza a llover hay que actuar con decisión y gran prudencia. Por una parte, evitar las zonas por las que transitan las aguas, ya que el riesgo de que nos arrastren es elevado tanto si vamos a pie como si circulamos en un vehículo. Es importante estar informado y seguir las recomendaciones de las autoridades y de protección civil.
Debemos evitar bajar a garajes y locales subterráneos, ya que es habitual que se inunden y podemos vernos en problemas. De hecho, lo mejor es situarnos en las zonas más elevadas, de un piso o de una localidad, en los casos más extremos.
Comunicar el siniestro
Cómo reclamar al seguro
Cuando cesa la lluvia, el paisaje de las zonas afectadas suele ser el de una auténtica batalla. Las zonas bajas siguen inundadas y empieza el recuento de daños. Para las personas y empresas que tienen asegurados sus bienes se inicia también el momento de reclamar las correspondientes indemnizaciones. El seguro del hogar, el de comercio, el de vehículos y, por supuesto, las pólizas agrarias ofrecen cobertura ante los daños causados por las lluvias torrenciales y las inundaciones.
Normalmente, será el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS), una institución genuina del Seguro español, quien asuma el pago de los daños causado por un fenómeno natural que se considera un riesgo extraordinario. No obstante, los afectados pueden dirigirse a su mediador de seguros, que seguro les ayudará y asesorará en los trámites a seguir. En ocasiones, las compañías también colaboran en las gestiones que permiten agilizar los trámites de cobro, y, por último, siempre nos podemos dirigir al propio Consorcio llamando al 900 222 665 o a través de la página web.
En cualquier caso, deberá acreditar que su póliza está al corriente de pago. Será de gran ayuda acreditar los daños causados. Por ello, es importante tomar fotos y vídeos de los destrozos causados antes de iniciar labores de limpieza o desescombro.