Distribución: las oportunidades que la RC abre a los mediadores (adn del Seguro)
02.10.20
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El de Responsabilidad Civil es un ramo maduro caracterizado por una gran competencia, pero con un fuerte potencial de crecimiento. Para la mediación, el nicho de pymes y autónomos es el más interesantes. Especialización, fidelización y formación, palabras clave en el ramo.
Según el último Informe de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones DGSFP), el volumen de facturación del ramo de Responsabilidad Civil ascendió al cierre de 2019 a 1.060 millones de euros, lo que supone un breve retroceso del 1,1% con respecto al año anterior, “siendo este el primero de los últimos cinco años en el que se produce una reducción del volumen de primas”, en comparación a los avances del 7,9% de 2018 o del 6,3% de 2017. Con un resultado de 183 millones de euros, u cuota de mercado dentro de No Vida se sitúa en el 2,9%. Su margen sobre primas es uno de los más bajos de No Vida, con un 17,3%
Margen técnico elevado
En el aspecto de la siniestralidad, “el ramo de Responsabilidad Civil tiene un margen técnico elevado debido al bajo ratio de siniestralidad, situado en el 57,6%”, señala el informe. Si exceptuamos al seguro de Decesos, el ramo de Responsabilidad Civil presenta uno de los ratios de siniestralidad más bajos del sector de No Vida. No obstante, hay que tener en cuenta que la dispersión en este ramo es elevada y está fuertemente condicionada por la política de reaseguro de las entidades”, advierte.
Sea como sea, en año 2019 se observa “una ligera disminución del resultado técnico”, que se ha situado en un 12,3% frente al 14,9% de 2018. Por su parte, el resultado financiero también descendió del 11,7 al 10,4%, provocando todo ello una reducción del resultado total de casi cuatro puntos.
Por otro lado, destaca especialmente en este ramo el ratio de gastos de adquisición, que el año pasado alcanzó un 23,5%, claramente por encima de la media de todos los ramos No Vida”.
Asimismo, “la cesión al reaseguro, tradicionalmente elevada en este ramo, ha descendido en 2019 situándose en un 24% y rompiendo así la tendencia ascendente de los últimos años. Por su parte, el coste del reaseguro suele experimentar una elevada volatilidad, propia de la naturaleza de los riesgos asumidos, reduciéndose en 2019 hasta un 4,9%, siendo esta la cifra más baja de los últimos 5 años”, apunta.
Un ramo maduro y competitivo
En resumidas cuentas, según el informe, “el ramo de Responsabilidad Civil es un ramo maduro caracterizado por una gran competencia, si bien el ramo tiene potencial de crecimiento, en parte motivado por esta competencia que hace a las empresas querer diferenciarse del resto ofreciendo productos innovadores y completos”.
“El ramo de Responsabilidad Civil engloba una variada tipología de riesgos cubiertos, desde los más tradicionales como la responsabilidad de consejeros y directivos, hasta los más novedosos como los ciberriesgos”, destaca el documento. “Debido a esta gran diversidad es un ramo que se encuentra actualmente en un contexto de adaptación a nuevas necesidades derivadas tanto del marco legal como de la evolución de las actividades económicas y profesionales”, remacha.
Especialización y fidelización
Así las cosas, parece un ramo interesante para la mediación. Pero, al ser tan amplio ¿Cuáles son los nichos más interesantes para este colectivo? Félix Ferrer-Dalmau, director de Crouco, destaca “la especialización y fidelización de la cartera de las pymes o autónomos” como principales focos de oportunidad para los mediadores en el ámbito de la Responsabilidad Civil, máxime teniendo en cuenta que actualmente hay en España unos 3,2 millones de trabajadores autónomos y 3,5 millones de las pymes, un tipo de empresa que copa en torno al 97% del tejido laboral español.
Por otro lado, Ferrer-Dalmau responde afirmativamente a la pregunta de si considera que la RC brinda a los mediadores más oportunidades de cross-selling que otros ramos.
En cuanto a lo que este ramo exige por su parte al colectivo mediador, pone el acento en la especialización y en la formación. “Es vital entender y visualizar el riesgo de una actividad y ofrecer las coberturas que precisa. Eso es imposible sin conocer el riesgo y sin tener formación aseguradora al respecto”, apunta.