El Triomf de la solidaritat (El País)

Es posible que a las personas que han visitado el Museo del Prado les suene un cuadro que hay colgado en una de las salas dedicadas a la pintura flamenca de los siglos XV y XVI. Es un óleo de Pieter Brueghel ‘El viejo’ y retrata un panorama desolador. En la parte superior de la tabla, la destrucción del paisaje. En la media, la de la sociedad, la de los grupos. Abajo, la muerte de las personas: la madre, el bebé, los amantes, los jugadores de cartas, el militar, el peregrino, el cardenal, el arlequín, el monarca… Ninguno está a salvo.

Las empresas somos actores sociales de referencia en esta durísima prueba a la que se nos está sometiendo y, para la industria del seguro en particular, la situación es ciertamente exigente. Desde que la crisis sanitaria llegara a Europa, nuestro sector ha dado prueba de su razón de ser manteniendo el servicio. Continuando la atención a los asegurados. Cuidando a nuestros trabajadores. Pero hemos querido ir más allá de quienes tenemos más cerca. Nuestras acciones también se han dirigido al conjunto de la sociedad.

Las aseguradoras han puesto en marcha una miríada de iniciativas individuales volcadas en los demás en las últimas semanas. Ahora damos un nuevo paso. Un paso como sector. Un centenar de aseguradoras se ha unido para financiar y poner en marcha un seguro de vida y subsidio por hospitalización para el personal sanitario que está dejándose la piel en contener la pandemia del coronavirus en hospitales y centros de mayores, tanto públicos como privados. Este seguro dará protección a 700.000 profesionales del ámbito de la salud. Entre ellos figuran médicos, enfermeros, auxiliares de enfermería y celadores. Se trata de una iniciativa sin precedentes y es, de hecho, la mayor póliza colectiva de este tipo en la historia de España. La protección tendrá una vigencia de medio año, a contar desde el pasado 14 de marzo. Con este gesto, en el seguro queremos proteger a los sanitarios y a los suyos de la forma que nosotros sabemos: repartiendo el riesgo entre todos. Mutualizando.

Porque el deseo de la industria a la que represento es que salgamos juntos de esta. Que podamos reponernos y recuperar esa normalidad hoy tan ansiada. Para que esta crisis sanitaria no devenga en otro Triunfo de la muerte. En otro cuadro de algún Brueghel contemporáneo. Para que, muy al contrario, este sea el triunfo de la vida. El Triunfo de la solidaridad.