L’assegurança paga una mitjana de 1.200 euros per incendi d’una llar, 2.400 en un comerç i gairebé 10.000 en una indústria (La Vanguardia)
06.03.20
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La facturación del sector de empresas antiincendios en España superó los 2.700 millones de euros en 2018
REDACCIÓN 06/03/2020 08:30 | Actualizado a 06/03/2020 08:30
El seguro paga al año 422 millones de euros para arreglar o indemnizar los daños causados por incendios según recogen de las conclusiones del informe ¡Fuego! Los incendios asegurados en 2018-2019 elaborado por Estamos Seguros en colaboración con CEPREVEN y TECNIFUEGO.
Mientras que un incendio medio en un hogar conlleva el pago de 1.205 euros por parte del seguro, esta indemnización se duplica cuando se trata de comercios (2.416 euros) y casi se multiplica por ocho en el caso de industrias (9.486 euros).
Para la elaboración de este informe se han recopilado datos de 22 aseguradoras asociadas a UNESPA que, juntas, acumulan un 75% de la cuota de mercado del seguro de multirriesgo en España.
La mayor parte de los inmuebles protegidos por el seguro frente a incendio son viviendas (89%).
El resto se reparte entre comercios (4,7%), comunidades de propietarios (3,3%), industrias (1,4%) y otro tipo de espacios… Sin embargo, el peso de los hogares se diluye notablemente cuando lo que se analiza es el reparto de las indemnizaciones. Las familias reciben el 47% del dinero, mientras que las industrias ingresan el 28% y los comercios otro 13%.
Esto ocurre a pesar de que siete de cada 10 incendios que se producen en España al año ocurren en domicilios. La disparidad se debe a la significativamente mayor gravedad de los daños que ocasionan las llamas en fábricas y negocios.
La mayor parte de los inmuebles asegurados frente a incendio se encuentra en las provincias con más población: Madrid, Barcelona, Valencia, Alicante, Sevilla… Sin embargo, los territorios donde es más habitual que se produzca un fuego son, en este orden, Vizcaya, Barcelona, Madrid, Valencia y Alicante. Es decir, provincias donde la industria tiene una mayor presencia.
Las localidades más pequeñas sufren mayor proporción de incendios
Otra conclusión llamativa que arroja el informe es que las localidades más pequeñas, aquellas que no llegan a los 50.000 habitantes, tienden a sufrir una proporción de incendios más elevada de la que les correspondería por su peso demográfico. Entre tanto, ocurre exactamente lo opuesto con las grandes ciudades. En los municipios de más de medio millón de habitantes se desatan menos incendios de lo que cabría esperar por la cantidad de población que albergan.
Este dato queda confirmado cuando se realiza una comparación de la gravedad media de los incendios por provincias. Álava, León, Huesca, Santa Cruz de Tenerife y Lérida son los territorios que presentan fuegos con un coste medio más elevado. En concreto, indemnizar un incendio ahí sale entre 3.000 y 13.000 euros. Se trata, en todos los casos, de provincias donde la población está repartida y donde no hay grandes áreas metropolitanas, como puede ocurrir en Madrid, Barcelona o Vizcaya, por ejemplo.
Por municipios, los incendios más llamativos se dan en Ceuta, San Cristóbal de la Laguna, Marbella, Manresa y Almería. En estas localidades las llamas generan daños que indemniza el seguro por valor de entre 4.000 y 12.000 euros, según el caso.
Evitar la sobrecarga de enchufes y nunca dejar dispositivos cargando encima de camas o sofás
Con el fin de evitar incendios, desde CEPREVEN se recomienda no sobrecargar los enchufes, comprobar que los cargadores que se emplean con distintos aparatos son los adecuados y nunca dejar un dispositivo cargando encima de una cama o un sofá.
Los expertos de CEPREVEN también alertan de que no se deben aproximar a fuentes de calor tales como lámparas, braseros o estufas, materiales fácilmente combustibles, como cortinas o mobiliario. En la cocina hay que mantener bajo vigilancia en todo momento sartenes y cazuelas cuando se está preparando la comida, así como mantener limpia la campana extractora. Si se utilizan velas o chimeneas, es necesario mantener despejado el entorno y apagarlas cuando no haya personas presentes. También conviene evitar fumar en la cama y, antes de vaciar los ceniceros, hay que comprobar que todas las colillas se encuentran bien apagadas para que no arda la basura.
Asimismo, desde CEPREVEN recuerdan que la mayoría de los edificios de viviendas disponen de extintores en las zonas comunes. Todos los residentes en un edificio deben saber dónde se ubican y cómo funcionan.
En caso de siniestro, lo primeros es dar la alarma a través del 112
Si se produce un incendio, hay que llamar al 112 en primer lugar y avisar a los vecinos. Si no se puede controlar el incendio, es necesario evacuar el inmueble. En caso de humo, hay que agacharse, cerrar las puertas para aislar las llamas y no emplear bajo ningún concepto los ascensores. Una vez en lugar seguro, se recomienda esperar a los bomberos para facilitarles la información que puedan necesitar de cara a la extinción del incendio y las tareas de rescate.
Los expertos de TECNIFUEGO destacan cómo en diversos países europeos, como Reino Unido, Francia, Alemania, Noruega, Suecia o Dinamarca la legislación obliga a instalar detectores que alertan del incendio en las viviendas. Igualmente, los muebles, suelos, telas, etc., tienen que tener unas características de ignifugación, para evitar o retrasar la propagación de las llamas.
En España, recuerdan desde TECNIFUEGO, instalar detectores u otras medidas de seguridad dentro de las viviendas no es obligatorio, pero los bomberos y demás expertos recomiendan disponer de detector de humos. Especialmente en aquellas viviendas donde residen personas especialmente vulnerables como niños, ancianos y personas con movilidad reducida. Igualmente es aconsejable tener un extintor, una manta ignífuga o una red de rociadores automáticos en el hogar que permita evitar que un incendio se propague.
Para concienciar sobre la utilidad de los detectores, esta asociación inició hace un año la campaña de concienciación. Los incendios matan, pero la protección es posible, en la que se entregan detectores a personas mayores o con discapacidad. Desde TECNIFUEGO también subrayan que, para reducir el número de muertes, es fundamental el apoyo de las Administraciones Públicas: en la concienciación de la ciudadanía, en los cambios legislativos que incrementen las exigencias en protección contra incendios, así como en la aplicación rigurosa de las inspecciones y el cumplimiento legislativo.
A cifras económicas hay que añadir unos datos estadísticos preocupantes, presentados recientemente por APTB (Asociación Técnicos Bomberos) y Fundación Mapfre, que sitúan el número de muertes por incendio, en 2017, en 184 personas. Son malos datos ya que suponen un incremento del 21,7%.
El sector de protección contra incendios mejora sus resultados económicos desde 2015
Según los datos aportados por TECNIFUEGO, en 2018, la facturación del sector de protección contra incendios se situó en 2.700 millones de euros. Una cifra de negocio que viene mejorando desde 2015 y que supone un crecimiento del 8 % respecto a 2017. Sin embargo, esta cifra sigue sin alcanzar la facturación anterior a la crisis de 2007.
La evolución y recuperación del sector responde, entre otros factores, al cambio de ciclo en la economía mundial y española, con un crecimiento sostenido en los tres últimos años; a la recuperación del sector de la construcción y a la entrada en vigor de la nueva legislación que busca incrementar la seguridad de las personas y los bienes.
Por áreas, la facturación de la protección activa se eleva hasta los 1.800 millones de euros y la de la protección pasiva alcanza los 900 millones de euros. En protección activa, esta cifra se reparte entre fabricación/distribución (39 %) e instalación y mantenimiento (61%). Por lo que respecta a la protección pasiva, la fabricación representa el 22% del total y la instalación y mantenimiento, el 78%.
Las perspectivas para 2019 son de crecimiento sostenido, favorecido por la actualización de las normas y legislación que regulan al sector.
El número de empresas del sector de protección contra incendios se mantiene en 900 compañías de más de 20 trabajadores que emplean a 18.000 personas.