Els conductors més grans de 75 anys tenen més risc de patir un accident mortal (La Vanguardia)
31.01.20
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La combinación de una elevada antigüedad del vehículo con un conductor de edad avanzada incrementa de forma significativa la probabilidad de sufrir un accidente de graves consecuencias
29/01/2020 06:00 Actualizado a2 9/01/2020 08:49
La atención y la concentración son conductas fundamentales a la hora de conducir. Con el paso de los años, es inevitable que estas facultades vayan deteriorándose. Si bien es cierto que no nos afecta a todos por igual: superada la edad de jubilación, nos encontramos con un grupo de personas con unas condiciones y unas circunstancias muy diversas. Seguir una serie de recomendaciones puede hacer que tus trayectos sean más seguros.
Según un estudio recogido en la revista Anales del Instituto de Actuarios Españoles, los conductores de más de 75 años y que conducen vehículos con una antigüedad superior a 12 años son los que tienen un mayor riesgo de sufrir un accidente mortal.
A medida que nos vamos haciendo mayores, nuestro hábitos y nuestras capacidades van cambiando, por lo que es importante ir replanteándose el papel de la conducción en nuestras vidas. Aunque llevemos muchos años al volante, no significa que estemos capacitados para hacerlo con la máxima seguridad. La Dirección General de Tráfico registró en 2016 más de 12.000 accidentes de tráfico en los que estaban involucrados mayores de 65 años, con 513 mayores fallecidos y más de 1.500 heridos graves.
Pero la edad no lo es todo. La antigüedad de los vehículos es un factor decisivo a la hora de determinar la gravedad de las lesiones en un accidente. España tiene un problema con el envejecimiento del parque automovilístico, la media nacional supera ya los 12 años, y las perspectivas de futuro no son mucho mejores.
El informe ‘Longevidad de los conductores y antigüedad de los vehículos: impacto en la severidad de los accidentes’, recogido por Europa Press, apunta que la combinación de una elevada antigüedad del vehículo con un conductor de edad avanzada incrementa de forma significativa la probabilidad de sufrir un accidente de graves consecuencias.
El uso de vehículo antiguos provoca un aumento del nivel de inseguridad, de la contaminación y de la ineficiencia. Lo que se traduce en un aumento del riesgo de mortalidad en un accidente, en un incremento de las emisiones y se amplia el número de vehículos que circulan sin ITV.
Los conductores de más de 75 años y que conducen vehículos con una antigüedad superior a 12 años son los que tienen un mayor riesgo de sufrir un accidente mortal
El papel que representa la tecnología en los nuevos modelos los convierte en vehículos mucho más seguros, sobretodo porque incorporan los ADAS, sistemas de asistencia a la conducción que apuntan hacia la conducción autónoma y que, por encima de todo, buscan conseguir la máxima seguridad en en nuestros trayectos. La implantación de esta tecnología en el parque de automóviles ha reducido el número de víctimas y de heridos; y también los costes económicos y las reclamaciones a seguros que se derivan por siniestros.
“Rejuvenecer el parque automovilístico entre los conductores mayores se antoja especialmente necesario para reducir la siniestralidad vial”, subraya el estudio elaborado por Mercedes Ayuso, Rodrigo Sánchez y Miguel Santolino de la Universidad de Barcelona. Unos cambios que no solo mejorarían la seguridad vial, sino que también motivarían el impulso de la movilidad y la vida independiente entre el colectivo de personas de mayor edad.
En la misma linea, la autora destaca la importancia de poner en marcha acciones y políticas socieconómicas especialmente dirigidas a este segmento de población, siempre y cuando se tenga en cuenta que la decisión de cambiar de vehículos entre estas personas “puede estar limitada por la complejidad y diseño de las tecnologías que estos vehículos incorporan”.
La importancia de estas acciones se hace aún más necesaria debido a que, según el estudio, la población española se ha envejecido en los últimos años: entre 2007 y 2016 la población de más de 65 años pasó de representar el 16,47% al 18,86% del total. Y que, además, en 2007 el 33,92% de los adultos mayores de 65 años conducía, una cifra que se elevó al 43,37% en 2016, lo que representa una evolución que adelanta que en los próximos años habrá una población más envejecida y conduciendo por más tiempo.